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La Universidad de Harvard presentó una demanda contra la administración Trump el lunes, tras una disputa creciente sobre la supervisión institucional y el financiamiento federal. La acción legal surge luego de que el gobierno congelara más de 2.200 millones de dólares en fondos destinados a la institución, exigiendo acceso a informes internos sobre antisemitismo y discriminación hacia musulmanes en el campus desde octubre de 2023.
En la demanda, Harvard acusa al gobierno de utilizar esta medida como parte de una campaña de presión para ejercer control sobre sus programas académicos, algo que considera una violación de sus derechos constitucionales. La universidad afirma que la suspensión de recursos afecta directamente a estudiantes, investigadores, personal y al prestigio de la educación superior estadounidense.
La Casa Blanca justificó la decisión argumentando que instituciones como Harvard han abusado del financiamiento federal y que el acceso a estos recursos "es un privilegio", el cual, según dicen, la universidad no ha cumplido. Además, el gobierno exige que Harvard elimine programas de diversidad e inclusión, prohíba el uso de mascarillas en protestas estudiantiles y modifique sus políticas de contratación y admisión.
Harvard, en su respuesta, señala que no busca una compensación económica, sino que el tribunal declare ilegales estas acciones gubernamentales y restaure sus derechos. También defiende sus esfuerzos actuales para combatir el antisemitismo en el campus mediante grupos de trabajo dedicados a promover la tolerancia.
La disputa refleja una escalada en el conflicto entre el gobierno de Trump y las universidades de élite, marcando un cambio drástico en la relación entre la administración federal y una de las instituciones académicas más influyentes del país.
