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La mayor parte del dinero se destinará a los niños de la ciudad expuestos a beber agua envenenada, también gran parte para los adultos afectados, los dueños de negocios y cualquiera que pague las facturas del agua.
Al menos 12 personas murieron después de que la ciudad cambió su suministro de agua al río Flint en 2014 sin haber tratado antes el agua corrosiva, esto para ahorrar dinero.
Las autoridades de Flint cambió el sistema de agua de Detroit, que se extrae del lago Huron, y en su lugar comenzó a utilizar suministros de agua del río Flint.
La contaminación se debe a que esta agua altamente corrosiva provocó que el plomo, una poderosa neurotoxina, se filtrara en las tuberías viejas y grifos llegando a las casas
Los residentes comenzaron a notar que el agua del grifo a veces salía azul o amarilla, y muchos comenzaron a perder el cabello o desarrollar erupciones en los brazos y la cara.
Además que siguió un brote de la enfermedad del legionario y casi 100.000 residentes se quedaron sin agua potable.
A pesar de esto, los funcionarios y líderes locales negaron que algo estuviera mal durante más de un año, incluso cuando los residentes se quejaron de que el agua tenía un sabor extraño y se veía extraño.
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Posteriormente a estas contaminaciones miles de residentes de la ciudad de Flint presentaron demandas contra el estado de Michigan.
"El acuerdo alcanzado aquí es un logro notable por muchas razones", dijo el miércoles la jueza de distrito Judith Levy.
Agregó que el acuerdo "establece un programa de compensación integral y un cronograma que es consistente para cada participante calificado".
El estado de Michigan pagará y se hará cargo de la mayor parte del acuerdo, ya que fue acusado de pasar por alto repetidamente los riesgos para la salud pública.
Debido a que se necesitaba una investigación más exhaustiva , el año pasado, los fiscales retiraron todos los cargos penales contra funcionarios en espera de juicio por la crisis.
Sin embargo, muchos residentes locales todavía dependen del agua embotellada para beber, cocinar y lavarse, y dicen que ya no confían en el gobierno.
