El Parlamento de Grecia aprobó una reforma que permite el matrimonio entre dos individuos sin importar su orientación sexual, así como la adopción por parte de parejas homosexuales.
El partido conservador en el poder se mostró dividido, y la Iglesia ortodoxa solicitó una votación nominal para influir en los legisladores.
De acuerdo con una encuesta reciente de la televisión privada SKAI, el 46 % de los griegos respalda el matrimonio homosexual, mientras que el 47 % se opone. Esta reforma, una promesa electoral del primer ministro conservador, Kyriakos Mitsotakis, convertiría a Grecia en el primer país ortodoxo en equiparar los derechos matrimoniales y de adopción de parejas homosexuales con los del resto de la población.
Además de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, la reforma tiene como objetivo regularizar la situación de los hijos de parejas homosexuales, ya que hasta ahora solo uno de los padres tenía derechos sobre los menores. En 2013, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Grecia por violar los derechos humanos al no incluir a las parejas del mismo sexo en los acuerdos de convivencia.
La Iglesia ortodoxa, que ha estado en contra del proyecto desde el principio, solicitó una votación nominal el miércoles para presionar a los legisladores de Nueva Democracia, el partido conservador de Mitsotakis, que obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones de junio pasado.
La Iglesia argumenta que la ley "abolirá la paternidad y la maternidad" en Grecia, un país donde la Constitución aún reconoce al cristianismo ortodoxo como religión predominante. Por su parte, Mitsotakis ha defendido el proyecto argumentando que "no es aceptable que existan ciudadanos con menos derechos que otros".