El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advirtió que el Nuevo Confinamiento Seguro (NSC) de Chernobyl sufrió daños significativos tras el ataque con drones registrado el 14 de febrero, lo que afectó su capacidad para cumplir con funciones esenciales de seguridad, incluida la contención del material radiactivo.
Según el comunicado difundido este viernes, el impacto provocó un incendio y dañó el revestimiento protector de la estructura. Las autoridades ucranianas responsabilizaron a Rusia por el ataque, señalamiento que Moscú ha negado.
El NSC, una gigantesca estructura de acero instalada hace pocos años para garantizar la seguridad del sitio y facilitar las tareas de descontaminación, requiere ahora una amplia renovación. Aunque se han realizado reparaciones temporales en el techo, el director general del OIEA, Rafael Grossi, subrayó que una restauración completa es indispensable para evitar un deterioro mayor y mantener la seguridad nuclear a largo plazo.
Grossi señaló, además, que las estructuras de soporte y los sistemas de monitoreo no sufrieron daños irreparables. El organismo mantiene presencia permanente en la central y aseguró que continuará apoyando los trabajos necesarios para restablecer las condiciones de seguridad.
El NSC, considerado la estructura terrestre móvil más grande del mundo, fue construido entre 2010 y 2019 para cubrir el reactor número 4, destruido en la explosión de 1986. Su construcción —valorada en 2.100 millones de euros— fue financiada por más de 45 países y organizaciones internacionales.
El desastre de 1986, uno de los peores accidentes nucleares registrados, liberó grandes cantidades de radiación sobre Ucrania, Belarús, Rusia y otras regiones. Décadas después, persisten tasas elevadas de cáncer y problemas de salud vinculados a la exposición radiactiva.