Este sábado 27 de marzo, Myanmar ha vivido una de las jornadas más sangrientas de su historia moderna, luego de que las fuerzas de seguridad golpistas asesinaran a más de 90 manifestantes que protestaban en contra del golpe de Estado que se suscito a principios de febrero.
Mientras los militares liderados por el comandante en jefe de la junta militar golpista, Min Aung Hlaing, celebraban con un desfile, el 76º Día de las Fuerzas Armadas, las calles de Myanmar se bañaban de sangre debido a la violenta y brutal represión contra los manifestantes.
El hecho ocurrió durante una brutal represión de por parte de las fuerzas de seguridad golpistas en contra de los manifestantes prodemocracia. Esta fecha se tiñe con la sangre de más de 90 muertos, entre ellos cuatro menores de edad incluyendo un niño de 5 años.
Hasta la fecha unas 320 personas han muerto desde que el pasado 1 de febrero los militares depusieran a la lideresa Aung San Suu Kyi. De acuerdo con la Asociación de Asistencia para Presos Políticos (AAPP, por sus siglas en inglés) este día se registraron 91 muertes producto de la represión militar.
“Nos están matando como pájaros o gallinas, incluso en nuestras casas”, dijo Thu Ya Zaw, en una entrevista con la agencia de noticias Reuters. “Seguiremos protestando a pesar de todo”, añadió.
El viernes los militares golpistas por medio de una cadena televisiva que, quienes criticaran a la cúpula golpista y quienes alzaran su voz en público se expondrían a recibir disparos “en la cabeza y la espalda”. La mayoría de las personas que han sido asesinadas en Myanmar han muerto producto de disparos en la cabeza.
La jornada de protestas comenzó temprano los manifestantes, en su mayoría jóvenes, desafiaron las advertencias del Ejército, y levantaron barricadas, hicieron plantones, y marchas pacíficas en las principales ciudades como Rangún y Mandalay, donde las manifestaciones son enormes.
Militares golpistas en Myanmar asesinan a 38 manifestantes que protestaban en contra del Golpe de Estado
Ante el gran número de personas en las calles los militares comenzaron a reprimir lanzando gases lacrimógenos, agrediendo violentamente e incluso disparando contra las multitudes con bala viva.
El director de la Red de Derechos Humanos de Myanmar, en una entrevista con BBC dijo que los militares este día habían demostrado que no tenían “límites ni principios”.
La delegación de la Unión Europea en Myanmar dijo que, “este 76º Día de las Fuerzas Armadas de Myanmar quedará grabado como un día de terror y deshonra. La matanza de civiles desarmados, incluidos niños, son actos indefendibles".
Phil Robertson, subdirector de Human Rights Watch en Asia (HRW, por sus siglas en inglés) denunció que las escenas de lo que se vive en Myanmar son "impactantes, horribles, bávaras e inaceptables”.
Los militares tomaron el control del país del sudeste asiático después de que en las elecciones generales celebradas a principios de este año, el partido Liga Nacional para la Democracia que la líder, Aung San Suu Kyi ganara por abrumadora mayoría.
Por su parte, los militares no realizaron declaraciones sobre las muertes en las manifestaciones de esta jornada.