El presidente Donald Trump firmó este miércoles una proclamación que impone nuevas restricciones de entrada a Estados Unidos a ciudadanos de varios países, bajo el argumento de proteger la seguridad nacional. La medida amplía acciones anteriores de su administración y vuelve a colocar la política migratoria en el centro del debate político.
Según el documento oficial, Trump solicitó a altos funcionarios de su gobierno entre ellos el secretario de Estado, Marco Rubio; la fiscal general, Pam Bondi; la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; y el director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe que elaboraran una lista de países cuyos gobiernos o actitudes podrían representar un riesgo para Estados Unidos. El objetivo: determinar si era necesario restringir total o parcialmente el ingreso de ciudadanos de dichas naciones.
Tras recibir el informe y considerar factores de política exterior, objetivos antiterroristas y preocupaciones de seguridad, el mandatario decidió aplicar una prohibición total de entrada para ciudadanos de 12 países: Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. En la proclamación, Trump reconoció que algunos de estos gobiernos han hecho avances en sus sistemas de control migratorio, pero señaló que aún persisten riesgos importantes.
Además de estas restricciones absolutas, también se aplicarán limitaciones parciales para personas procedentes de otros siete países: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Según la administración Trump, estas naciones han mostrado deficiencias en la cooperación para recibir a sus ciudadanos deportados desde EEUU y, en algunos casos, habrían abusado del sistema de visas.
Estas nuevas restricciones recuerdan a la orden ejecutiva emitida por Trump en enero de 2017, al inicio de su primer mandato, cuando impuso una prohibición de entrada a ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes. La medida generó caos en aeropuertos y fuertes críticas a nivel internacional, afectando incluso a viajeros con visas vigentes como estudiantes, académicos y turistas. Tras múltiples impugnaciones legales, una versión revisada de la prohibición fue validada por la Corte Suprema en 2018.
Aunque Trump ha sostenido que sus decisiones responden exclusivamente a criterios de seguridad nacional, sus detractores aseguran que estas medidas reflejan una política migratoria discriminatoria, especialmente considerando sus declaraciones anteriores durante la campaña presidencial, en las que pidió explícitamente prohibir la entrada de musulmanes al país.
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