El gobierno de Donald Trump está presionando al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para que mejoren las detenciones de inmigrantes ilegales.
Fuentes familiarizadas han detallado que el personal de la Casa Blanca llama constantemente a las autoridades del ICE para que cumplan con las metas establecidas.
La inconformidad de la Casa Blanca al trabajo del ICE ha quedado expuesta en los medios de comunicación al declarar que las detenciones están atrasadas.
"No están progresando. Están muy atrasados", dijo un funcionario de la Casa Blanca a la cadena de noticias CNN.
Según se filtró, las presiones al ICE para que mejoren las detenciones de inmigrantes incluyen vicesecretario general de la Casa Blanca, Stephen Miller, al zar de la frontera, Tom Homan, y a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Los funcionarios consideran que las llamadas no son nada agradables, ya que sienten presión para que la promesa de campaña de Donald Trump de las deportaciones masivas sean una realidad.
Se estima que desde que inició el gobierno de Trump han sido detenidas 8,000 personas indocumentadas, cifras que para la Casa Blanca no son suficientes para cumplir con su meta de deportación.
Además de las llamadas a los funcionarios de ICE para mejorar las detenciones de inmigrantes se están planteando nuevas políticas para lograr su meta.
Entre las nuevas ideas se menciona colocar boyas en el río Grande y la evaluación de más bases militares para retener a los inmigrantes.
Asimismo, enviar a los migrantes de África a otro país, similar al acuerdo al que llegaron con El Salvador para que reciba a migrantes de otros países, según dos fuentes familiarizadas con la planificación.