Gary Oldman, reconocido actor británico y ganador de un premio Oscar, ha expresado su autocrítica respecto a su interpretación del carismático Sirius Black en las películas de "Harry Potter".
Durante el podcast "Happy Sad Confused", el actor confesó que su trabajo en el papel de Black fue "mediocre" y reflexionó sobre cómo podría haber abordado el personaje de manera diferente.
"Creo que mi trabajo es mediocre", compartió Oldman durante el episodio, agregando que su perspectiva podría haber cambiado si hubiera leído los libros de la saga, tal como lo hizo su fallecido colega Alan Rickman, quien interpretó a Severus Snape. El actor sugiere que anticiparse a los eventos y conocer el destino de su personaje podría haber influido en su actuación.
Oldman asumió el desafiante rol de Sirius Black, el padrino de Harry Potter, en la tercera entrega de la serie, "Prisoner of Azkaban" (El Prisionero de Azkaban), lanzada en 2004. En esta película, Black es presentado como un fugitivo acusado injustamente y juega un papel crucial en la trama.
Sin embargo, la autocrítica de Oldman no se limita a su papel en "Harry Potter". El actor expresó un deseo de reinventar su extensa carrera, incluyendo su icónica interpretación del Conde Drácula en "Bram Stoker's Dracula" de 1992, admitiendo que tampoco está completamente satisfecho con esa actuación. "Lo pondría todo en el fuego, lo quemaría y lo volvería a hacer todo de nuevo", afirmó.
A pesar de sus críticas, Oldman considera este hábito como parte de su proceso creativo, ya que ve la crítica como un impulso para mejorar en futuros proyectos y de superarse a sí mismo como actor.
El actor británico participó en cuatro de las ocho películas de la franquicia "Harry Potter", marcando un capítulo significativo en su carrera y en la historia del cine. Su participación en el especial "Harry Potter 20th Anniversary: Return to Hogwarts" en 2022 permitió a los fanáticos revivir momentos emblemáticos de la serie.