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Funcionarios de la gestión saliente de Joe Biden han informado que el mandato del presidente de Siria, Bashar al-Assad, está a punto de caer ante una fuerte resistencia que avanza rápidamente.
Son cinco funcionarios de la administración Biden que han destacado que al-Assad solo estará unos días al mando de la nación, cuya crisis política ha permanecido por años.
Son 14 años de guerra interna que el país ha sufrido, y que tiene como objetivo destituir del poder a Bashar al-Assad, aliado de Rusia y China.
"El consenso emergente es que es un escenario cada vez más plausible", dijo uno de los funcionarios consultados sobre la crisis en Medio Oriente, la cual ahora se enfoca en Siria.
Según las proyecciones de los funcionarios, el gobierno sirio caería el próximo fin de semana tras perder el control de varias ciudades importantes.
"Lo único que retrasaría una conquista rebelde sería un golpe de Estado bien organizado y una reorganización, pero la gente de Assad ha hecho un buen trabajo al sofocar cualquier competidor potencial", dijo uno de los analistas del gobierno de Biden sobre el futuro de Bashar al-Assad.
Uno de los aspectos claves que impulsaría la caída del gobierno sirio es la capacidad de la fuerza militar oficialista para combatir a los rebeldes, que se han impuesto en Alepo y continúan su camino hacia Damasco, capital del país.
