El gobierno de China ha redoblado sus esfuerzos de promover la teoría de conspiración que el Covid-19 tuvo su origen en un laboratorio del Ejército de los EEUU.
Desde marzo del 2020, los funcionarios chinos y medios de comunicación han repetido la hipótesis, sin que haya alguna prueba al respecto.
En la última semana, tras el brote de la variante Delta en China, se ha destacado la teoría sobre la filtración del virus por el Ejército de EEUU que visitó Wuhan en octubre del 2019.
“Beijing ha redoblado su apuesta por esa teoría de la conspiración, movilizando a sus diplomáticos y su vasto aparato de propaganda”, cita una nota publicada por CNN.
Además, aseguran que la intención de China es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) investigue si el virus fue propagado por EEUU.
La solicitud de China sobre el origen del virus en un laboratorio del Ejército de EEUU coincide con su negativa de realizar una segunda investigación en la nación asiática.
Las pesquisas apuntan a Wuhan como el epicentro del contagio, porque registró los primeros casos de una neumonía atípica que luego se convertiría en pandemia.
La semana pasada el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, pidió a la OMS investigar el laboratorio de Fort Detrick como un laboratorio de la Universidad de Carolina del Norte.
El laboratorio del Ejército de EEUU es dirigido por el principal experto estadounidense en coronavirus. Ralph Baric.
Según la teoría, “atletas militares estadounidenses que asistieron a los Juegos Militares Mundiales en Wuhan en octubre de 2019 podrían haber llevado el coronavirus a China”.
En China, la teoría ha ganado fuerza hasta el punto que lo califican como el virus estadounidense.
Los primeros casos de coronavirus registrados en Wuhan se dieron en diciembre del 2019, provocando el aislamiento total de miles de personas.