El expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández, se declaró este martes inocente de las acusaciones de narcotráfico en la Corte Sur de Nueva York como lo anunciaron sus abogados defensores.
Hernández, compareció ante el juez Kevin Castel durante una audiencia de notificación de cargos, donde el expresidente se declaró "no culpable" de los delitos de tráfico de drogas y posesión de armas.
El exmandatario, quien según investigaciones de la DEA construyó un narcoestado en Honduras, llegó a la comparecencia vestido con su uniforme de reo color azul oscuro, con una mascarilla y con cadenas en las piernas.
Quien gobernó por ocho años el Estado de Honduras y fue el hombre con más influencia del país, minutos antes de sostener que es inocente de los señalamientos inclinó su cabeza y llevó su mano al corazón.
No es la primera vez que el exgobernante asegura que no participó en el trasiego de drogas, ni recibió sobornos de narcotraficantes y que todo se trata de una venganza de los extraditados durante su gobierno.
La declaratoria de inocencia la habían adelantado sus abogados, quienes también se quejaron ante el juez por el trato inhumano al que es sometido el expresidente.
Según el abogado Raymond Colón, Hernández es tratado como un prisionero de guerra, no tiene comunicación con su familia o su representante legal.
Una vez que la audiencia culminara y que el presidente sostuviera que es inocente de los cargos, la defensa tiene 60 días para conocer toda la información de la Fiscalía.
De acuerdo con los fiscales, se cuenta con grabaciones, pruebas físicas, redes sociales y otra para demostrar la culpabilidad del exgobernante. El juez Castel programó la nueva audiencia para el próximo 28 de septiembre y fijó fecha de juicio preliminar para el 17 de enero del 2023.
Tras culminar la comparecencia el equipo defensor de Hernández fue recibido en las afueras de la corte por un grupo de hondureños que exigían justicia para Honduras por el daño causado por el expresidente durante años.