La práctica común de cavar agujeros en la arena, una actividad aparentemente inocente y popular entre los niños durante la temporada de verano, ha vuelto a resaltar su peligro latente luego de un trágico incidente en Florida.
Este miércoles, dos hermanos de cinco y siete años procedentes de Indiana cayeron en un agujero de arena en una playa del condado de Broward, al norte de Miami, quedando atrapados. La niña, Sloan Mattingly, lamentablemente perdió la vida, mientras que su hermano, Maddox, fue rescatado y trasladado de urgencia al hospital.
El accidente, desencadenado por el colapso del hoyo que cavaron, resalta un peligro poco reconocido pero potencialmente letal asociado con esta actividad recreativa.
Según un estudio médico de 2007, estos incidentes son una causa importante de muerte en Estados Unidos, cobrándose entre tres y cinco vidas cada año, además de dejar a otros gravemente heridos.
El riesgo radica en la inestabilidad de los agujeros de arena seca, que pueden colapsar en cuestión de segundos, cubriendo completamente a quienes estén dentro.
La rápida acumulación de arena dificulta la respiración y puede llevar a una asfixia rápida. Este fenómeno es especialmente engañoso debido a su asociación con entornos recreativos aparentemente seguros, lo que hace que las personas subestimen el peligro inherente.
Patrick Bafford, responsable de socorrismo en Clearwater, Florida, advierte sobre la importancia de ser cautelosos al permitir que los niños realicen esta actividad en la playa. A pesar de la naturaleza relajada del entorno playero, los riesgos de cavar agujeros en la arena pueden ser mortales si no se toman precauciones adecuadas.
El caso de los hermanos Mattingly se suma a una serie de incidentes similares en todo el país, subrayando la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar tragedias futuras.

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