El exagente del Servicio Secreto Paul Landis, considerado testigo clave del asesinato, pone en duda la teoría sobre el magnicidio de John F. Kennedy.
Landis habló con The New York Times, revelando la posibilidad de que no solo participó un tirador en el suceso, como se ha sostenido en el magnicidio.
De acuerdo con el exagente, después de analizar las discrepancias entre lo que observó y el informe de la comisión que investigó el asesinato, tiene dudas sobre si fue una sola persona que disparada aquel día.
“Ahora empiezo a cuestionarme”, dijo en la entrevista al prestigioso medio estadounidense sobre la posibilidad de que fueron varios tiradores que mataron al expresidente.
El asesinato de John F, Kennedy se registró en noviembre de 1963, en Dallas, Texas; teniendo como teoría principal que el magnicidio se dio con un solo disparo. Las heridas no fatales tanto en el presidente como en el entonces gobernador de Texas, John Connally.
La teoría principal señala que una bala de rifle de 25 mm de largo recubierta por una funda de cobre que disparaba desde el sexto piso del Texas School Book Depository atravesó el cuello del presidente, el pecho y la muñeca de la Connally para terminar finalmente en el muslo.
De acuerdo con el informe, la bala atravesó 15 capas de ropa, aproximadamente 38 centímetros de tejido, golpeó en el nudo de la corbata, removió 10 centímetros de costillas y se alojó en el hueso del muslo.
El informe sobre el magnicidio destaca que la bala fue encontrada en la camilla del gobernador, en el pasillo del Hospital Parkland Memorial.
Uno de los hechos que ha dado pie a las especulaciones de que fueron varios tiradores fue que el revestimiento de cobre, aparentemente intacto.
“La parte trasera de la bala, se encontraba completamente deformada y cubierta de restos orgánicos”, se destacó sobre la bala que provocó la muerte.
Landis confesó que tomó la bala y la colocó junto a Kennedy en la camilla, después de encontrarla en el automóvil.
“Fue una pieza de evidencia que me di cuenta de inmediato de que era muy importante… Y no quería que desapareciera o se perdiera. Así que pensé, ‘Paul, tienes que tomar una decisión’, y la agarré”, dijo el exagente sobre la bala que deja otra teoría sobre el magnicidio y la participación de otros francotiradores.