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El Día de San Valentín suele venir cargado de expectativas, y una de las más comunes es la idea de que las relaciones sexuales deben ser una parte esencial de la celebración. Sin embargo, el placer y la intimidad no deberían sentirse como una tarea o una obligación, y menos en una fecha destinada a celebrar el amor.
Las investigaciones han demostrado que el sexo regular contribuye a la satisfacción en una relación, pero más no siempre es mejor. Estudios han revelado que la frecuencia ideal para mantener una conexión fuerte entre parejas es aproximadamente una vez por semana. Tener relaciones sexuales con más frecuencia no aumenta necesariamente la felicidad o satisfacción, y en algunos casos, incluso puede reducirlas debido a la presión que genera.
La sociedad nos impulsa constantemente a creer que "más es mejor", y eso puede llevar a muchas parejas a pensar que su vida sexual debe cumplir con ciertos estándares. Sin embargo, cuando el sexo se convierte en una expectativa externa—como ocurre en fechas señaladas como San Valentín—puede perder su espontaneidad y volverse una obligación en lugar de una experiencia genuina de conexión.
Eso no significa que planificar momentos íntimos sea una mala idea. De hecho, para muchas parejas que buscan reconectar, crear un ambiente adecuado puede ser una estrategia efectiva. La anticipación de un encuentro íntimo puede ser tan emocionante como el momento en sí. Pero hay una gran diferencia entre invitar al sexo a suceder y sentir que debe suceder.
En lugar de dejar que San Valentín dicte la forma en que se vive la intimidad, es mejor centrarse en el vínculo emocional. Existen muchas maneras románticas de conectar con la pareja sin que el sexo sea el foco central: una cena especial, un masaje mutuo, o simplemente expresar gratitud y cariño.
Lo importante es ser el arquitecto de la propia vida romántica y sexual, sin dejar que un solo día del año imponga un guion preestablecido. El buen sexo no depende de la fecha en el calendario, sino de la imaginación, la libertad y la conexión genuina.
