En los encuentros sexuales heterosexuales, las mujeres experimentan significativamente menos orgasmos que los hombres.
Esta diferencia se conoce como la brecha del orgasmo y ha sido documentada en la literatura científica durante más de 20 años.
Investigadores y terapeutas han sabido durante mucho tiempo que las mujeres en relaciones heterosexuales tienden a tener menos orgasmos que los hombres. Un nuevo estudio de gran envergadura sugiere que esta "brecha del orgasmo" persiste y no mejora con la edad.
El estudio encontró que, en todas las edades, los hombres de todas las orientaciones sexuales reportaron tasas de orgasmo más altas durante el sexo del 70 al 85% en comparación con un 46 al 58% para las mujeres. Las mujeres lesbianas y bisexuales entre 35 y 49 años reportaron tasas de orgasmo más altas que sus contrapartes heterosexuales.
Estos hallazgos subrayan una persistente disparidad en la satisfacción sexual entre hombres y mujeres, destacando la necesidad de mayor educación y comunicación en las relaciones para abordar este tema. La investigación invita a reflexionar sobre los factores sociales y culturales que pueden contribuir a esta diferencia y sugiere que la orientación sexual puede influir en las tasas de orgasmo entre las mujeres.
Diversos estudios han demostrado que estos tipos de mensajes sugieren la existencia de un cronograma específico para tener relaciones sexuales: juegos previos (con el objetivo de preparar a la mujer para el acto), coito, orgasmo masculino y fin del acto sexual. Según esta perspectiva, se considera que es responsabilidad del hombre provocar un orgasmo en la mujer mediante una prolongada duración y un empuje vigoroso.
Por esta razón, no es sorprendente que muchas mujeres sientan la necesidad de fingir orgasmos, especialmente durante el coito, para proteger el ego de su pareja.