Estados Unidos cerró la puerta a la posibilidad de reiniciar las conversaciones con Irán sobre la restauración del acuerdo nuclear y la eliminación de las sanciones, luego de la elección de Masud Pezeshkian como presidente en Irán.
En una conferencia de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, declaró que Washington no está dispuesto a volver a la mesa de negociaciones simplemente por el cambio de liderazgo en Irán. Esta decisión se fundamenta en el continuo apoyo de Irán a grupos considerados terroristas por Estados Unidos, como Hamás y Hezbolá, así como su implicación en conflictos regionales, incluidos los ataques de los hutíes en el Mar Rojo y el suministro de tecnología a Rusia.
Las declaraciones de la Casa Blanca surgen horas después de que el Ministerio de Exteriores de Irán afirmara que el país mantiene canales diplomáticos abiertos para conversaciones indirectas con Estados Unidos sobre el acuerdo nuclear.
Masud Pezeshkian, durante su campaña electoral, se comprometió a buscar un acercamiento con Occidente y negociar para levantar las sanciones, con el objetivo de mejorar la economía iraní, afectada por una inflación del 40 % y las consecuencias de las sanciones impuestas tras la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018.
Irán ha culpado a Estados Unidos y a países europeos de violar el acuerdo nuclear de 2015, especialmente tras la retirada unilateral de Donald Trump y la reimposición de sanciones económicas. En respuesta, Irán ha reducido sus compromisos con el pacto y ha aumentado su enriquecimiento de uranio, acercándose al nivel necesario para la fabricación de armas nucleares.