Un apagón eléctrico masivo dejó este lunes fuera de servicio las principales infraestructuras de España excepto y de Portugal, afectando gravemente el transporte ferroviario, los aeropuertos, el metro, fábricas, comercios y hasta las redes de telecomunicaciones.
El corte de energía, que comenzó poco después del mediodía, provocó la interrupción total del tráfico ferroviario en España, la suspensión del servicio del Metro de Madrid, retrasos en vuelos y la detención de la actividad industrial en varias zonas. También se registraron cortes en el transporte público y fallos en los semáforos de distintas ciudades, complicando aún más la circulación urbana.
Desde las 12:30 horas, toda la red ferroviaria de Renfe quedó fuera de servicio debido a pérdidas de tensión registradas en la infraestructura de Adif, deteniendo por completo las salidas y llegadas tanto en estaciones de alta velocidad como de cercanías. Simultáneamente, el Metro de Madrid suspendió todas sus operaciones, dejando a miles de usuarios varados.
El tráfico aéreo también se vio gravemente afectado. Los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat reportaron retrasos significativos y restricciones operativas. En Lisboa, miles de pasajeros quedaron varados en las terminales tras la caída de los sistemas eléctricos, mientras que los controladores aéreos alertaron de limitaciones en los principales centros de conexión de la Península.
Aunque se investiga la posibilidad de un ciberataque, hasta ahora no se han confirmado las causas del apagón. El Ministerio de Interior y el Ministerio de Transición Ecológica en España continúan analizando el incidente. Por su parte, la Red Eléctrica Española pidió evitar especulaciones y señaló que se trabaja intensamente para restablecer el servicio en su totalidad.
El impacto del apagón también ha generado preocupación a nivel europeo, ya que la interrupción alcanzó zonas de Portugal, Francia, Alemania, Holanda y Finlandia. La Comisión Europea ha iniciado contactos con las autoridades españolas y portuguesas para entender el origen de la falla, aunque en declaraciones iniciales indicaron que no existen evidencias claras de un ataque cibernético.
Mientras tanto, los esfuerzos por normalizar el suministro eléctrico continúan, pero el incidente ha reabierto el debate en varios países, como Francia, sobre la necesidad de fortalecer la autonomía energética ante crisis inesperadas.