Dicen que las adversidades te hacen más fuerte y que el ave Fénix resurgió de las cenizas. Frases que van de acorde con la historia que esculpió Elizabeth Munguía, una hondureña que logró “imposibles” en los Estados Unidos (EEUU).
Convirtió noches grises que parecían eternas en días de colores, haciendo un arcoíris que ella llama amor por todo lo que se emprende y que en 31 años de estar en los EEUU puede decir segura que se logra lo que se lucha.
Después de casi una tres décadas de una vida rutinaria, cansada de los bajones familiares, sociales y laborales decidió tallar sus sueños con sacrificios, largas horas de desvelos y a veces lágrimas que hoy se convierten en una desbordante satisfacción que contagia a los que la rodean.
La aventura empieza a sus 40 años cuando decide aprender inglés de forma autodidacta, la disciplina y deseos de superarse lograron su primera meta la que le abrió infinidad de puertas que ahora la tienen en el trabajo que tanto disfruta y le apasiona.
Dos licenciaturas en Hotelería y Turismo, un licenciatura en Trabajo Social y una maestría en la prestigiosa Universidad Jesuista de Fordham, son parte de sus éxitos profesionales.
Munguía, es trabajadora social del Departamento de Educación de la ciudad de New York, dedicándose a velar por la niñez en los sectores más vulnerables del Bronx. Como servidora pública asiste a niños y familias brindándoles apoyo emocional, psicológico y conectándolos con los recursos que existen dentro de la comunidad.
“Fui una ama de casa con tres hijos, no tenía trabajo y a veces hacía dinero limpiando casas, cuidando ancianos”, dijo mientras remembraba que sus esfuerzos por sacar adelante a su familia la hicieron olvidarse de ella misma.
Su deseo de superarse estaba en su interior, fue cuando trabajaba en un prestigioso hotel de New York que la vida le da un “chispazo” y la impulsa a aprender el idioma del país, logrando ascender y así estudiar Hotelería y Turismo.
A pesar del éxito en esa área, no se quedó estancada. La necesidad de ayudar la motivó a estudiar sociología, carrera que fue postergando al sacar varias clases generales que le abrían paso en trabajo social, lo que se convirtió en su meta hecha realidad.
“Amo mi trabajo, es una experiencia innolvidable y gratificante ver en cada familia inmigrante, en cada niño que no sabe inglés personificada mi historia y la de mis hijos. eso me impulsa a ayudar cada día más a cada individuo que lo necesita”, confió a NOTIBOMBA.
Además de sus servicios en el Bonx es voluntaria de varias organizaciones sociales y políticas que impulsan el bienestar para los menos favorecidos.
“Estamos por Honduras, estamos denunciando lo que ocurre en le país. Apoyamos el trabajo social y a instituciones sin fines de lucro como hogares de ancianos, uno de los proyectos ubicado en La Ceiba, Atlántida”, detalló.
Elizabeth Munguia también aporta a la comunidad inmigrante impartiendo clases de inglés básico a adultos, jóvenes y niños con la única intención de “devolver lo recibido. Ese apoyo que uno recibió debe ser recíproco, el apoyo debe ser contagioso”.
La hondureña que logró “imposibles” en EEUU motiva a las personas a dar un poco de los que la vida les regala y ha continuar luchando incansablemente por sus sueños.