Un juez del Tribunal Superior de Londres dictaminó que el príncipe Harry fue víctima de piratería telefónica perpetrada por periodistas del Mirror Group Newspapers (MGN), imponiendo una indemnización de 178.500 dólares por daños y perjuicios.
El veredicto, emitido este viernes, establece que 15 de los 33 artículos presentados como prueba por el príncipe Harry fueron el resultado de la piratería en su sistema de mensajería, evidenciando prácticas cuestionables por parte de la editorial que publica The Mirror, Sunday Mirror y Sunday People.
El príncipe Harry, a través de su abogado David Sherborne, celebró la condena por estas escuchas telefónicas y reafirmó su determinación de seguir defendiéndose ante los tribunales contra la invasión de privacidad por parte de la prensa. "La sentencia dictada hoy me reivindica y me da confianza", expresó el duque de Sussex mediante su abogado en un comunicado contundente contra las prácticas de la prensa hacia la familia real.
El magistrado Timothy Fancourt, encargado de juzgar los hechos, sostuvo que el teléfono móvil del príncipe había sido hackeado, aunque señaló que fue en una "extensión modesta". Afirmó que el teléfono fue "controlado cuidadosamente por ciertas personas en cada periódico", poniendo de manifiesto la gravedad de las acciones emprendidas por los periodistas.
Fancourt concluyó que los periódicos llevaron a cabo escuchas telefónicas "extensas" a celebridades entre 2006 y 2011, incluso durante una investigación pública sobre la conducta de la prensa británica.
Tras el veredicto del Tribunal Superior de Londres, el grupo editorial MGN reconoció su culpabilidad en los hechos. En un comunicado, expresaron: "Cuando se producen irregularidades históricas, pedimos disculpas sin reservas, asumimos toda la responsabilidad y pagamos una compensación adecuada". El fallo marca no solo una victoria para el príncipe Harry, sino también un hito en la lucha contra las prácticas intrusivas de la prensa hacia las figuras públicas.