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El esperado informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos sobre fenómenos aéreos no identificados (UAP), conocidos como OVNIs, tras una exhaustiva revisión de las actividades gubernamentales relacionadas con estos avistamientos desde 1945 hasta la actualidad, ha concluido que “no hay evidencia de visitas extraterrestres ni de ocultamiento de tecnología alienígena”.
El documento abordó meticulosamente todas las investigaciones gubernamentales, clasificadas y no clasificadas sobre extraterrestres, y desmintió muchas de las teorías de conspiración que han estado circulando durante décadas.
En un comunicado, la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) del Departamento de Defensa afirmó que "no hay ninguna evidencia que respalde las afirmaciones de tecnología extraterrestre en ningún avistamiento reportado".
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Además, señaló que los informes de avistamientos generalmente tenían explicaciones mundanas y se debían a una identificación errónea de objetos y fenómenos ordinarios.
Aunque el informe ha sido recibido con escepticismo por algunos sectores, especialmente por aquellos que han abogado por la existencia de tecnología alienígena oculta, los investigadores han defendido su metodología.
La AARO aseguró haber tenido acceso completo a todos los programas sensibles pertinentes del gobierno de EEUU, y entrevistó a ejecutivos de alto nivel, científicos e ingenieros de diversas organizaciones.
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El director interino de AARO, Tim Phillips, destacó que muchas de las creencias en torno a la existencia de tecnología extraterrestre se basan en malentendidos o interpretaciones erróneas de eventos reales.
Asimismo, señaló que una narrativa persistente en la cultura popular ha alimentado estas teorías conspirativas, perpetuando la idea de que el gobierno de EEUU, ha estado ocultando la verdad sobre la vida extraterrestre desde la década de 1940.
Uno de los hallazgos más reveladores del informe fue la revelación de que muchos de los programas secretos mencionados por los teóricos de la conspiración no tenían relación alguna con la tecnología extraterrestre. En cambio, se descubrió que estos programas estaban destinados a otros fines sensibles y altamente clasificados.
Aunque la búsqueda de vida extraterrestre continúa, las conclusiones del Pentágono ofrecen una visión más clara de la realidad detrás de los avistamientos de OVNIs.
