El papa Francisco hizo un llamado y propuso “un salario básico universal para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida”, y abogó por “la reducción de la jornada laboral” para que haya mayor oportunidad de trabajo.
Asimismo la máxima autoridad de la Iglesia Católica, le solicitó a los más poderosos que para superar las crisis y desafíos en el planeta, entre ellos los apoyos ante la salida de la pandemia de Covid-19 o la preservación de los ecosistemas, con la finalidad de tener una sociedad más justa y solidaria, en un mensaje dado en el cuarto Encuentro Mundial de Movimientos Populares.
Pidió a los grupos financieros y organismos internacionales de crédito que permitan a los países pobres garantizar las necesidades básicas de su población y “condonen esas deudas tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos”.
“Es justo luchar por una distribución humana de estos recursos y que es tarea de los gobiernos establecer esquemas fiscales y redistributivos para que la riqueza de una parte sea compartida con equidad, sin que esto suponga un peso insoportable, principalmente, para la clase media”, instó.
Destacó la necesidad de cambiar el actual sistema socioeconómico y pidió a las autoridades, políticos, empresas y religiosos que ayuden en este propósito.
También, llamó a los fabricantes de armas a dejar de contribuir “a esos espantosos juegos geopolíticos que costaron millones de vidas desplazadas y de muertos”, e instó a los gigantes de la tecnología a dejar de difundir el discurso de odio, las noticias falsas, las teorías de la conspiración y la manipulación política.
Y reiteró a las grandes corporaciones extractivas, mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias y de agronegocios que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, además de contaminar los ríos y los mares, para no “intoxicar los pueblos y los alimentos”.