Los informes desde el terreno, donde se observa a niños suplicando por agua y a personas cortando postes telefónicos para obtener leña, sugieren que los trabajadores humanitarios de la ONU advierten que "la sociedad está al borde del colapso". Esto se relaciona con la situación en Gaza, donde la población está viviendo condiciones terribles debido a lo que se describe como una campaña cruel por parte de Israel en represalia por los ataques de terror de Hamás el 7 de octubre.
Según Christian Lindmeier, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la situación en Gaza es más que preocupante, ya que se han documentado numerosos ataques contra instalaciones médicas y ambulancias desde el inicio de los eventos en octubre. El Consejo de Seguridad de la ONU está discutiendo esta crisis en una reunión de emergencia, mientras se describe la grave escasez de alimentos, agua y suministros médicos en Gaza.
Lindmeier también menciona que la cantidad de agua disponible en Gaza está muy por debajo de los estándares mínimos, y los convoyes de ayuda han enfrentado obstáculos, detenidos por personas desesperadas que intentan obtener comida y agua a la fuerza. Además, se ha suspendido el envío de suministros médicos a un hospital debido a preocupaciones de seguridad.
La OMS tiene planeado realizar una sesión especial para discutir las condiciones sanitarias en los territorios palestinos ocupados, a pedido de algunos de sus miembros. A pesar de las dificultades, se ha logrado entregar suministros médicos a hospitales en Gaza para atender a miles de pacientes, aunque se destaca que se necesita mucho más apoyo.
El director de la agencia, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su preocupación por la difícil situación en la Franja y enfatizó la necesidad urgente de un alto el fuego para proteger a los pacientes y trabajadores de la salud. Los trabajadores humanitarios continúan con esfuerzos limitados de distribución de ayuda, aunque advierten que no hay lugares seguros en la región. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, la situación se ha vuelto aún más crítica, especialmente en el sur de Gaza, donde el asalto militar ha puesto en peligro las operaciones humanitarias.