Cada puntada tiene marca catracha, los bellos modelos con identidad cien por ciento hondureña son el aporte de Gladis Gradiz para sellar el amor a su tierra natal y gritarlo al mundo.
Su trayectoria en la costura inició hace 30 años, como un mecanismo para llevar sustento a su familia; y cuyo talento le ayudó a graduar a tres de sus hijos en la universidad.
Hace un año su negocio cambió de rumbo, creando el concepto de cosechar en cada ciudadano el amor y la pasión por Honduras.
“Llevo un año en la línea típica, confeccionando diseños que resalten la identidad catracha”, dijo a NOTIBOMBA la especialista en alta costura.
Cada vestido, cubayera, camisa o un traje personalizado que Gradiz confecciona lleva el orgullo catracho, sintiéndose satisfecha por resaltar el tejido Lenca.
Con sus herramientas: una tijera, hilo, tela y creatividad busca que su trabajo sea una insignia del país y que cuando alguien la vea puede decir “esa prenda es catracha”.
Al profundizar sobre su arte indicó que su principal objetivo es vender una marca llamada “El Corte Catracho”.
Gladis Gradiz, ofrece sus productos y su mano de obra en el Bazar de los Sábados, ubicado en el bulevar Juan Pablo II en un horario de 11:00 de la mañana a 7:00 de la noche.
La pequeña emprendedora pidió a los hondureños a amar el país, a luchar por los sueños y no vencerse ante las adversidades.