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Una reciente revisión de datos médicos recopilados entre 2016 y 2023 sobre más de 200 millones de personas ha revelado una preocupante asociación entre el consumo de cannabis y un aumento significativo en el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El análisis, publicado en la revista Heart, concluye que el uso de marihuana puede duplicar la probabilidad de fallecer por una afección cardíaca.
Lo más alarmante, según los investigadores, es que muchos de los pacientes afectados eran jóvenes, sin antecedentes de enfermedades cardíacas ni factores de riesgo comunes como el tabaquismo. “Fue sorprendente ver que personas sin historial clínico presentaban estos trastornos”, afirmó la autora principal del estudio, Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.
El análisis también encontró que los consumidores de cannabis presentan un 29 % más de probabilidades de sufrir un infarto y un 20 % más de padecer un accidente cerebrovascular, en comparación con quienes no usan esta sustancia.
La Dra. Lynn Silver, profesora clínica de epidemiología y bioestadística en la Universidad de California en San Francisco, coautora de un editorial que acompaña al estudio, destacó que este trabajo "cuestiona seriamente la percepción generalizada de que el cannabis tiene poco impacto en la salud cardiovascular".
Silver subrayó la necesidad urgente de que los profesionales de la salud comiencen a tratar el cannabis con el mismo nivel de precaución que el tabaco, especialmente ante su creciente consumo en algunos sectores de la población. “Nuestro enfoque regulatorio ha priorizado la legalización y el negocio, dejando de lado las advertencias sanitarias necesarias para educar sobre los riesgos reales”, agregó.
El estudio no distinguió entre las distintas formas de consumo, pero los autores explican que es probable que en la mayoría de los casos se haya fumado, lo que podría explicar el daño cardiovascular. “Fumar cualquier sustancia, incluso si es ‘natural’ como el cannabis, produce compuestos tóxicos que dañan los vasos sanguíneos”, explicó la Dra. Beth Cohen, profesora de medicina en la misma universidad.
Además, investigaciones recientes han demostrado que incluso los comestibles que contienen THC podrían causar efectos negativos similares en el sistema cardiovascular.
Este estudio refuerza la necesidad de revisar el discurso sobre la inocuidad del cannabis y plantea un llamado a la acción tanto para el sistema de salud como para los reguladores, en un momento en que el consumo de marihuana continúa en aumento a nivel global.
