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Un reciente análisis de ADN ha arrojado nuevas luces sobre los orígenes de Cristóbal Colón, sugiriendo que el famoso explorador del siglo XV podría haber sido de origen judío sefardí. Según científicos españoles, Colón habría nacido en la región del arco mediterráneo o en las Islas Baleares, parte de la Corona de Aragón, lo que desafía la creencia común de que era genovés.
A lo largo de los años, varios países han disputado el lugar de nacimiento y de descanso final del navegante que, bajo el patrocinio de los Reyes Católicos, lideró expediciones que abrieron el camino a la conquista europea de las Américas. La teoría tradicional que lo ubicaba en Génova ha sido cuestionada, ya que no se ha encontrado evidencia de una comunidad judía en esa ciudad. Otras teorías han sugerido que Colón podría haber sido español, griego, vasco, portugués o incluso británico.
Durante 22 años, un equipo de investigadores analizó los restos de Colón, ubicados en la Catedral de Sevilla, y los compararon con los de su hijo Hernando Colón. En un documental emitido por TVE, titulado "Colón ADN. Su verdadero origen", el líder del equipo, José Antonio Lorente, afirmó que los análisis del cromosoma Y y del ADN mitocondrial de Hernando mostraron características compatibles con el origen judío sefardí de Colón.
Los judíos sefardíes vivieron en España hasta que en 1492 los Reyes Católicos ordenaron su conversión al catolicismo o su exilio, lo que refuerza la hipótesis de que Colón podría haber pertenecido a esta comunidad antes de su conversión. Aunque el lugar exacto de su nacimiento no ha sido determinado, los investigadores aseguran que los restos en Sevilla pertenecen a Colón y que el resultado de su investigación es altamente confiable.
Colón murió en Valladolid en 1506, pero su deseo de ser enterrado en la isla La Española llevó a que sus restos fueran trasladados en varias ocasiones, hasta que finalmente, en 1898, se cree que llegaron a la Catedral de Sevilla.
