Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia han alcanzado un nuevo punto crítico con el anuncio de sanciones dirigidas a tres funcionarios rusos, en relación con la muerte del opositor ruso Alexéi Navalny en prisión.
El gobierno de Joe Biden impuso sanciones ante lo que considera violaciones graves de los derechos humanos y acciones provocativas por parte del gobierno de Vladímir Putin.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, expresó en un comunicado el profundo pesar por la pérdida de Navalny, subrayando que su muerte, junto con el aniversario de la invasión de Ucrania, son testimonios del “desprecio del presidente Putin por la vida humana y las normas internacionales”.
El presidente Biden llama “h.d.p loco” a Vladimir Putin
En un gesto que busca ejercer presión económica sobre Rusia, se anunciaron sanciones que afectarán a más de 500 empresas, entidades públicas e individuos, con especial énfasis en sectores financieros, comerciales y militares.
El Departamento de Estado de Estados Unidos también entrará en acción con medidas punitivas, dirigidas a individuos vinculados no solo con la muerte de Navalny, sino también con la violación generalizada de los derechos humanos en Rusia.
Este conjunto de sanciones constituye la respuesta más contundente desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y se produce en el segundo aniversario del conflicto.
El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, desde Nueva York, dejó claro que Estados Unidos no permanecerá impasible ante lo que calificó como la "muerte trágica" de Navalny y los abusos previos que sufrió.
La versión oficial de las autoridades rusas sobre las circunstancias de la muerte de Navalny ha sido cuestionada por la viuda del líder opositor, quien, tras reunirse con el presidente Biden, ha acusado directamente a Putin de estar involucrado en este trágico suceso.