El detective de arte Arthur Brand ha logrado recuperar una obra maestra perdida del legendario pintor Vincent van Gogh, robada hace tres años y medio de un museo en los Países Bajos. El lienzo llamado "Spring Garden" (Jardín de Primavera), es una obra que captura la esencia del jardín de la casa parroquial de Nuenen, pintada por el neerlandés en 1884.
El robo de esta obra tuvo lugar en la madrugada del 30 de marzo de 2020, durante un período de cierre temporal del museo debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus. Desde ese momento, las autoridades, junto con un equipo de forenses, detectives y expertos en arte robado, se embarcaron en una incansable búsqueda para localizar a los culpables y recuperar la obra perdida.
Arthur Brand, conocido como el "Indiana Jones del arte" debido a su exitosa trayectoria en la recuperación de obras robadas, reveló que el cuadro terminó en manos de una organización criminal que pretendía utilizarlo como moneda de cambio en caso de ser condenados. Brand negoció con la organización en un intento por recuperar la pieza, pero en ese momento no tuvo éxito.
Sin embargo, durante el último fin de semana, un individuo se reunió en secreto con el detective en Ámsterdam y entregó la pintura, en una operación que se desarrolló con el más alto nivel de discreción. La identidad de la persona que devolvió la obra se mantiene en el anonimato, en estrecha colaboración con la policía neerlandesa.
Actualmente, el cuadro se encuentra bajo la custodia del Museo Groninger, donde los expertos han confirmado que ha sufrido daños, aunque a primera vista aún se encuentra en condiciones “relativamente buenas”. La pinacoteca ha anunciado que llevará a cabo investigaciones científicas adicionales en los próximos meses para evaluar el alcance de los daños y planificar su restauración.
Andreas Blühm, director del Museo Groninger, expresó su alivio y satisfacción por el regreso de la valiosa obra de Van Gogh y elogió el papel fundamental desempeñado por Arthur Brand en esta recuperación.
Sin embargo, el museo aún no ha determinado cuándo será exhibida nuevamente la pintura al público, admitiendo que podrían pasar semanas o incluso meses antes de que los admiradores del arte tengan la oportunidad de contemplarla.
Este cuadro, pintado en 1884, representa un período crucial en la vida de Van Gogh, cuando vivía con sus padres en Nuenen, donde su padre era el pastor de la parroquia local. La tranquilidad y la inspiración que encontró en el jardín de la vicaría se reflejan vívidamente en esta obra maestra.