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Un devastador incendio ha destruido cinco momias históricas en la cripta de la Iglesia de San Michan en Dublín, dejando a la comunidad en estado de shock y tristeza. El incidente ocurrió en la madrugada del martes, cuando las llamas consumieron una parte significativa de los restos momificados que se habían conservado bajo la iglesia durante siglos.
El vicario de la Iglesia de San Michan, el Arzobispo de la Iglesia de Irlanda Michael Jackson, expresó su profundo pesar por la "pérdida irreversible" de estos importantes vestigios históricos. Jackson describió la destrucción como una tragedia que "afligirá a generaciones", subrayando el impacto duradero que este acto de vandalismo tendrá en la comunidad y en la preservación del patrimonio cultural.
Este no es el primer ataque que sufre la iglesia. En 2019, la cripta ya había sido objeto de vandalismo cuando un grupo de individuos irrumpió en ella y decapitó un esqueleto de 800 años conocido como "el Cruzado". Este acto de profanación generó una gran indignación y fue visto como una agresión no solo contra la iglesia, sino también contra el patrimonio cultural e histórico de Irlanda.
Las criptas de San Michan, que datan del siglo XI, son famosas por albergar momias y restos que han sido cuidadosamente conservados durante siglos debido a las condiciones únicas de humedad y temperatura bajo la iglesia. La pérdida de estos restos representa un duro golpe para la arqueología y la historia de Irlanda, ya que cada uno de ellos contaba una parte de la rica historia del país.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar las causas del incendio y han hecho un llamado a la población para que aporte cualquier información que pueda ayudar a identificar a los responsables. Además, se están tomando medidas adicionales para proteger el sitio y evitar futuros incidentes.
El incendio en la cripta de San Michan no solo representa una pérdida cultural significativa, sino que también destaca la importancia de proteger y preservar los sitios históricos frente a actos de vandalismo y negligencia. La comunidad, junto con expertos en conservación y autoridades, se encuentra ahora en la ardua tarea de evaluar los daños y considerar los próximos pasos para restaurar y proteger lo que queda de este valioso patrimonio.
Mientras tanto, el dolor por la pérdida de estas momias históricas se siente profundamente en Dublín y en toda Irlanda, con muchas personas reflexionando sobre la importancia de preservar y respetar nuestro pasado para las generaciones futuras.
