Científicos de las universidades de Oporto y Berna, junto con el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, han hallado poblaciones humanas que se creían perdidas en el árido desierto de Namib, ubicado en Angola.
Los resultados del estudio, publicados en la revista Science Advances, revelaron que las poblaciones mestizas en el desierto angoleño de Namib poseen rastros de un linaje ancestral que difiere significativamente de los linajes conocidos de nuestra especie.
El equipo de investigadores utilizó técnicas de descomposición de ancestros genéticos para "localizar grupos que se creían desaparecidos desde hace más de 50 años", según Jorge Rocha, quien lideró la expedición junto a los antropólogos angoleños Samuel y Teresa Aço del Centro de Estudios del Desierto.
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Entre las comunidades redescubiertas se encuentran los kwepe, un grupo pastoril que hablaba una lengua conocida como kwadi, que compartía un ancestro común con las lenguas khoe habladas por los forrajeadores y pastores en todo el sur de África.
Anne-Maria Fehn, una lingüista del CIBIO que participó en la investigación, tuvo la oportunidad de entrevistar a los que podrían ser los dos últimos hablantes de kwadi.
Según reportes de IFL Science, los hablantes de kwadi se dispersaron en la zona hace aproximadamente 2.000 años, posiblemente desde la actual Tanzania.
Este hallazgo ha desvelado poblaciones humanas que se creían perdidas, así como una diversidad genética y lingüística que desafía las percepciones previas de la historia de la humanidad.