Según un estudio reciente publicado en la revista The Astrophysical Journal, estos agujeros negros tienen una masa sorprendente de 28.000 millones de veces la de nuestro Sol.
La galaxia donde residen estos enormes agujeros negros es una elíptica situada a una distancia de 750 millones de años luz de la Tierra. Lo más asombroso es que no solo alberga uno, ¡sino dos agujeros negros masivos! Estos gigantes cósmicos están unidos en una órbita cercana, lo que sugiere la posibilidad de que algún día se fusionen, un evento que nunca antes se ha observado.
Esta galaxia, llamada B2 0402+379, es lo que los científicos llaman un "cúmulo fósil", resultado de la fusión de estrellas y gas de múltiples galaxias en una sola entidad masiva. La existencia de estos dos agujeros negros masivos en su interior sugiere que se formaron a partir de la fusión de agujeros negros más pequeños de otras galaxias.
Sin embargo, a pesar de la proximidad entre estos dos colosos, separados por apenas 24 años luz, la fusión no ha ocurrido aún. Según los investigadores, este sistema binario parece estar estancado en sus etapas finales desde hace aproximadamente 3 mil millones de años, lo que plantea nuevas preguntas sobre su evolución.
El coautor del estudio, Roger Romani, de la Universidad de Stanford, señala que la enorme masa de esta pareja de agujeros negros ha limpiado la galaxia de materia circundante, lo que ha impedido su fusión hasta ahora.
Los astrónomos calcularon la masa de estos agujeros negros utilizando datos del Espectrógrafo Multiobjeto Gemini North (GMOS), que les permitió medir la velocidad de las estrellas cercanas a los agujeros negros. Esto les ayudó a determinar la masa total de los agujeros negros en el centro de la galaxia.
Aunque hay agujeros negros individuales con una masa aún mayor que la de este sistema binario, este hallazgo es excepcional debido a su naturaleza doble. Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la formación y evolución de estos fenómenos cósmicos, sino que también podría proporcionar pistas sobre su eventual fusión y las ondas gravitacionales que producirían.
Los científicos están ansiosos por realizar más investigaciones para comprender mejor la posibilidad de fusión entre estos agujeros negros supermasivos y cómo esto podría influir en el destino de la galaxia que los alberga.