Fotografía cortesía. / Failitada por una tercera fuente.
El departamento de justicia de Estados Unidos (DOJ por sus siglas en inglés) está investigando a TikTok por espionaje, luego que la empresa admitiera que algunos de sus empleados infringieron datos de usuarios estadounidenses.
La empresa China ByteDance propietaria de TikTok, admitió que algunos de sus empleados obtuvieron datos de manera inapropiada de usuarios estadounidenses, incluidos dos periodistas.
De acuerdo a la información difundida por varios medios del país norteamericano, los empleados de ByteDance accedieron a los datos como parte de un esfuerzo por investigar las filtraciones de la compañía, y con el objetivo de identificar posibles conexiones de BuzzFeed, un periodista de The Financial Times y empleados de la compañía. Esto ería calificado como espionaje por los EEUU.
De esta manera, los empleados consultaron las direcciones IP de los periodistas para averiguar si se encontraban en la misma ubicación que los empleados sospechosos de filtrar información confidencial.
Por lo que, tanto el FBI como la Comisión Federal de Comunicaciones advirtieron que ByteDance podría compartir datos de usuarios de TikTok, como el historial de navegación, la ubicación y los identificadores biométricos, con el régimen de China.
Esto, debido a una ley implementada por China en 2017 que obliga a las empresas a proporcionar al gobierno chino cualquier dato personal relevante para la seguridad nacional del país.
No obstantes, en un comunicado la empresa China aseguró que “condenó con firmeza las acciones de los empleados y que ya no trabajan para la compañía”. Además de prometer colaborar con la investigación en curso para desencadenar si se trató de espionaje.
Recientemente, la Casa Blanca había dado 30 días a las agencias federales estadounidense para eliminar la red social de todos los dispositivos electrónicos gubernamentales, por miedo a que pueda ser utilizada para recabar datos que acaben en manos del Gobierno chino.
Por ahora, la investigación está en manos de la división criminal del departamento de justicia de los Estados Unidos, el FBI y el fiscal federal del Distrito Este de Virginia.
