Daniela Patiño es una de esas conmovedoras historias de las injusticias humanas que apagan las vidas y los sueños de personas que anhelan una vida mejor.
La jovencita de 22 años dejó su tierra: Colombia para buscar su sueño en el extranjero; pero cayó en una red de trata de personas.
Martha Hinestroza, madre de Daniela, relató que cada noche reproduce en su celular un audio con la voz de su hija con la esperanza de poderla abrazar en los sueños.
‘Yo, Daniela Patiño, soy una mujer que sueña con ganarse el premio Nobel de Literatura. Me gusta amar y vivir, sentir los árboles, la naturaleza y sentirse amada’, cita la grabación que la progenitora reproduce para aliviar el dolor de su pérdida.
La joven era estudiante de la carrera de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Minuto de Dios de Medellín, carrera que decidió estudiar porque anhelaba ser una reconocida escritora.
Sus padres lamentan profundamente el destino de su hija, ellos creían que ella podía alcanzar sus sueños y un día leer su escritos.
La progenitora narró que Daniela se vio obligada a buscar una vida mejor cuando se quedó sin empleo, la falta de un ingreso mensual obligó a la joven a dejar sus estudios.
Colombia con una tasa de desempleo del 15 por ciento no era su opción, razón por la cual optó por otros rumbos: El extranjero. La joven logró viajar a Israel, donde aprendió el idioma y logró reunir algo de dinero para continuar sus estudios.
Un año después regresó a su natal Colombia y aunque tenía los fondos para continuar sus estudios una nueva propuesta de un trabajo bien remunerado en España le cambió sus planes.
La invitación vino de una amiga que ellos no conocían. “Como ella (Daniela) estuvo en Israel y le fue tan bien, yo tenía la fe de que esta vez pasaría lo mismo”, dijo la progenitora.
Sin sospechar que iba ser víctima de una red de trata de personas de la que logró escapar en Guatemala y huir a México, donde se estableció por un tiempo.
Pero la tranquilidad desapareció una tarde cuando los padres fueron notificados que la joven estaba desaparecida. “Dejó sus papeles en el hotel, pero salió al supermercado”.
Días después le confirmaban la muerte de la joven soñadora en México en un confuso incidente que continúa en investigación.
“La justicia más severa es la de Dios. Yo se lo dejo todo a él. Que hagan justicia en la Tierra no me va a devolver a mi bebé”, dijo la progenitora de Daniela sobre la impunidad del caso.
Un hombre fue detenido por la muerte de Daniela, pero días después fue puesto en libertad por falta de pruebas, dejando nuevamente a la familia sin saber qué pasó con su hija.