Daniel Sancho, el hijo del famoso actor español Rodolfo Sancho, ha acaparado la atención de los medios internacionales después de admitir el horrendo homicidio del cirujano colombiano Edwin Arrieta, a quien desmembró mientras estaban de vacaciones en una isla turística de Tailandia.
Con el paso de los días y el avance de las investigaciones, se van desvelando de manera gradual nuevos detalles sobre el espeluznante asesinato. Según la información publicada por el periódico "Bangkok Post", el joven chef español de 29 años ha revelado el tipo de relación que mantenía con el colombiano.
De acuerdo con lo mencionado en el medio en relación a las declaraciones del joven, Daniel mantuvo encuentros sexuales esporádicos con la víctima durante un año. Estas relaciones comenzaron después de que ambos se conocieran a través de Instagram, plataforma en la cual empezaron a compartir imágenes de carácter íntimo.
No obstante, cuando Daniel Sancho habría decidido poner fin a su relación íntima, Edwin Arrieta habría amenazado con divulgar imágenes privadas de ambos.
Estas supuestas amenazas habrían llevado a Daniel Sancho a cometer, según se afirma, el asesinato de Edwin Arrieta en la habitación del hotel donde se hospedaban durante sus vacaciones en Tailandia.
Luego de recoger al cirujano en el aeropuerto, lo llevó a una habitación del hotel, donde Arrieta habría fallecido debido a un golpe fortuito que lo dejó inconsciente. Al percatarse de su falta de reacción, Daniel habría desmembrado su cuerpo en 14 partes utilizando cuchillos y una sierra. Este proceso habría llevado, según su propia confesión, unas "tres horas". A continuación, habría colocado las partes en bolsas y habría dispersado una parte en un vertedero y otra en el mar.
Después de confesar el crimen, la policía procedió a su arresto mientras se espera el juicio. Sin embargo, según declaraciones de la policía tailandesa, existen pruebas sólidas que respaldan la acusación de asesinato premeditado contra Daniel Sancho, lo que podría hacer que el chef enfrentara la pena de muerte.
La acusación de asesinato premeditado se basa en grabaciones de las cámaras de vigilancia de la calle, que capturaron a Daniel Sancho y Edwin Arrieta en una motocicleta antes de los acontecimientos, así como en imágenes de las cámaras de la tienda donde Sancho adquirió los cuchillos que posteriormente habrían sido utilizados.