La extrema pobreza y el deseo nato de todo ser humano de tener una vida digna, hicieron que el joven Yeison Paz huyera de su país como miles de inmigrantes el pasado octubre del 2018.
El hondureño llegó a México, a la espera de cruzar la frontera y alcanzar el sueño americano, con el propósito de suplirle a su madre las necesidades y carencias que los escasos recursos económicos le impiden.
Paz, fue atacado brutalmente en México, su estatus ilegal le acarreó problemas, sumado a la dura política antiinmigrantes promovida por el gobierno de Donald Trump.
La golpiza propinada por desconocidos le dejó graves daños físicos, impidiéndole moverse, quedando en estado vegetal.
Tras varios meses de luchar por su vida, Yeison Paz murió el pasado 27 de diciembre; concretando la tragedia de una familia hondureña que su único deseo era tener una vida digna.
Honduras, vive una crisis humanitaria que se refleja en la masiva migración, el desempleo, el precario sistema de salud y criminalidad.
Durante el 2019 las cifra de pobreza se dispararon, el índice de prosperidad del país bajó un 26 por ciento y las masacres incrementaron en el 80 por ciento.
