La Corte Suprema de Estados Unidos, resuelve a favor de la multinacional estadounidense, Google en un multimillonario caso sobre desarrollo de software, en el cual se concluyó que la compañía no cometió una infracción de derechos de autor contra Oracle, cuando desarrolló su sistema operativo Android cuando utilizó 11,000 líneas de código.
El caso duró 10 años y finalizó este día y según dictamino el tribunal del juez Stephen Breyer en una decisión de 6 votos contra 2, la copia de Google de las llamadas interfaces de programación de aplicaciones de Java SE de Oracle fue un ejemplo de uso justo.
Para Google, la decisión de la Corte Suprema, “es una victoria para los consumidores, la interoperabilidad y la informática. La decisión brinda seguridad jurídica a la próxima generación de desarrolladores cuyos nuevos productos y servicios beneficiarán a los consumidores”.
Por su parte, Oracle sostuvo que Google, ‘robó’ Java y utilizó su dominio económico para librar una batalla legal prolongada.
“La plataforma de Google se ha vuelto más grande y el poder de mercado es mayor”, indicó Oracle. “Las barreras de entrada son más altas y la capacidad de competir más baja… Este comportamiento es exactamente la razón por la que las autoridades reguladoras de todo el mundo y de Estados Unidos están examinando las prácticas comerciales de Google”.
Hace una década Google desarrolló su plataforma móvil Android, luego de comprar la empresa a Andy Rubin, e incluyó millones de líneas de código nuevas, pero también utilizó 11,300 líneas de código que formaban parte del código de la plataforma de Java de Oracle.
Esto llevó a que Oracle exigiera a Google el pago de 9,300 millones de dólares por daños y perjuicios, pues para la empresa, Android violaba el copyright de Java. Google alegó y sostuvo que el código Java no era creativo, sino que puramente funcional.
Oracle acusó a Google de “cometer un atroz acto de plagio”, pero tras 10 años de batallas legales, la Corte Suprema de EEUU decidió resolver a favor de Google.
En su sentencia el juez Breyer explicó que: “Al revisar esa decisión, asumimos, en aras de la argumentación, que el material era susceptible de ser protegido por los derechos de autor. Sin embargo sostenemos que la copia en cuestión constituyó un uso justo. Por lo tanto, la copia de Google no violó la ley de derechos de autor”.