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La comunidad internacional ha rechazado contundentemente las acciones del gobierno de Bielorrusia, luego de que su presidente, Alexander Lukashenko ordenará que un avión de combate desviara un vuelo comercial a la capital Minsk para detener a un periodista opositor de su gobierno, Roman Potrasevich.
El avión que viajaba desde Atenas, Grecia hacia Vilna, Lituania, fue desviado hacia Minsk, y en el se transportaba el opositor bielorruso, Romam Potrasevich, quien fue bajado del avión lo que causó una ola de indignación a nivel mundial.
Varios líderes han condenado al régimen de Lukanshenko, y la clara violación de las reglas internacionales del transporte.
“Este acto imprudente puso a los pasajeros y a la tripulación en grave peligro. Es un recordatorio de la ilegitimidad del régimen que reclama autoridad en Minsk”, indicaron representantes de Estados Unidos, Reino Unido, y varios países de la Unión Europea.
Bielorrusia registra la mayor manifestación en toda su historia moderna
Los firmantes del documento exigen una investigación a la Organización de Aviación Civil Internacional. “Se debe llevar a cabo una investigación internacional sobre este incidente para determinar cualquier incumplimiento de las normas de aviación internacional”, dijo Joseph Borrell, alto representante de la Unión Europea.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab indicó en un comunicado que “Lukashenko debe rendir cuentas por sus acciones”.
Johan Stoltenberg, secretario general de la OTAN, sostuvo que lo ocurrido se trata de un “incidente grave y peligroso que requiere una investigación internacional”.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Bielorrusia calificó como ‘beligerantes’, las declaraciones de la Unión Europea, y dijo que las autoridades de su país habían actuado “en plena conformidad con las normas internacionales”.
La prensa bielorrusa a fin a Lukanshenko dijo que el mismo presidente fue quien ordenó que un avión de combate acompañara a la aeronave tras ser informado de una amenaza de bomba. El comandante adjunto de la fuerza aérea Andrei Gurtsevich, asegura que la tripulación del avión fue quien tomó la decisión de aterrizar.
Sin embargo, la compañía aérea Ryanair por medio de un comunicado indicó que el fue el control de tráfico aéreo bielorruso el que ordenó que el avión se desviara hacia Minsk.
Portrasevich es el cofundador y ex editor del canal NEXTA en la plataforma Telegram, que se había convertido en un popular medio en contra del gobierno de Alexander Lukashenko, a través de el se compartía información sobre las manifestaciones contra el régimen.
Huyo del país en 2019 por temor a ser arrestado, sin embargo a continuado siendo una roca en el zapato del gobierno de Lukashenko pues mientras vivía en el exilio en Lituania, ha sido acusado en varias ocasiones de incitar al desorden público en Bielorrusia.
En Bielorrusia quedan pocos medios de noticias independientes, la mayoría de ellos se vieron obligados a cerrar tras las protestas generalizadas por las disputadas elecciones presidenciales.
