Coca-Cola refresco con azúcar de caña es el más reciente lanzamiento de la emblemática compañía de bebidas, una apuesta que busca satisfacer la demanda de consumidores por productos con ingredientes más naturales y menos procesados.
La histórica marca anunció esta semana en Estados Unidos y otros mercados su nueva versión, endulzada con azúcar de caña en vez de jarabe de maíz, lo que supone un guiño a los sabores tradicionales que predominan en muchos países latinoamericanos.
El anuncio llega en medio de una tendencia al alza de los consumidores que prefieren opciones con etiquetados sencillos y menos aditivos.
Coca-Cola busca atraer a quienes han dejado de consumir refrescos debido al uso de endulzantes artificiales o siropes de maíz alto en fructosa, y así competir en un contexto donde las ventas de bebidas azucaradas han presentado desafíos en los últimos años.
Impacto en la industria y reacciones ante la nueva fórmula
El Coca-Cola refresco con azúcar de caña podría influir en las estrategias de otras marcas líderes en el segmento de bebidas endulzadas, que también exploran versiones más “naturales” o nostálgicas.
Algunos consumidores han recibido la noticia con entusiasmo, asegurando que los productos con azúcar de caña suelen tener un sabor más cercano al original, mientras que expertos señalan que el cambio responde tanto a la nostalgia como a una demanda genuina por ingredientes menos industriales.
En Latinoamérica, el uso de azúcar de caña en refrescos no es nuevo, pero el lanzamiento global oficializado desde la matriz de Coca-Cola puede reimpulsar el interés por este tipo de formulaciones.
La estrategia de refrescar su portafolio también responde al interés de la empresa en recobrar parte del terreno perdido ante la creciente popularidad de bebidas naturales y opciones bajas en azúcar, un movimiento que otras marcas como Pepsi o emergentes del sector también han intentado replicar.

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