Científicos han revelado la relación entre la obesidad y el cerebro en un estudio publicado por la revista Cell Metabolism.
El equipo que descubrió esta relación pertenece al instituto Garvan de Investigación Médica, en Australia.
“Se descubrió un tipo de célula cerebral que genera apetito cuando existe un exceso de energía en el cuerpo, como les sucede a las personas con obesidad”, cita el informe.
Los investigadores han detallado que esta célula no solo produce la molécula que estimula el hambre, sino que hace al cerebro más sensible, aumentando las ganas de comer.
Con el descubrimiento se podrían desarrollar nuevos medicamentos dirigidos específicamente a bloquear receptores del cerebro. Los fármacos serían efectivos para perder peso.
El autor del estudio Herbert Herzog explicó que para determinar la relación de la obesidad con el cerebro se abordó una cuestión de larga data sobre cómo se controla el apetito.
“Nuestro cerebro está programado para resistir la pérdida de peso, que considera una amenaza a nuestra supervivencia”, se indicó sobre la célula NPY.
Al respecto, se indicó que como el cerebro sabe cuánta energía deberíamos gastar y es ahí donde surge el apetito.
El motivo del estudio era saber por qué una persona que acaba de comer y con obesidad sigue teniendo apetito.
Según los resultados, se trata de un círculo vicioso que impide que al cuerpo equilibrar su consumo de energía y su acumulación.
En conclusión el estudio revela que las personas que padecen de obesidad poseen menos actividad en la cortea prefrontal del cerebro