Científicos han descubierto en un manglar de la isla francesa de Guadalupe, en el mar Caribe, una bacteria que mide aproximadamente un centímetro de longitud.
El hallazo lo realizó la microbióloga mexicana Silvina González Rizzo, de la Universidad de las Antillas, como Thiomargarita magnífica, que significa “gran perla sulfurosa” en alusión a sus estructuras granulares con azufre.
El insólito ser se puede ver a simple vista, así que contradice la propia definición de microbio: “Organismo unicelular solo visible al microscopio”.
El tamaño habitual de una bacteria esta alrededor de las dos milésimas de milímetro y esta mide un centímetro. Por lo tanto, el organismo recién descubierto es 50 veces más grande que las bacterias hasta ahora consideradas gigantes, según recalcan los investigadores, que por el momento solo han publicado un borrador provisional de su análisis.
La microbióloga Silvia G. Acinas considera que es “un hallazgo increíble”, porque “descoloca varios paradigmas de la biología” donde las extraordinarias características de la Thiomargarita magnifica han provocado numerosas reacciones de la comunidad científica.
El biólogo japonés Kazuhiro Takemoto, del Instituto de Tecnología de Kyushu, ha sugerido en la revista Science que la nueva bacteria podría ser incluso “un eslabón perdido en la evolución de las células complejas” y para Acinas, coautora a lo largo de su vida del descubrimiento de miles de nuevas especies de microbios, afirma que la Thiomargarita magnifica es “un ejemplo maravilloso” para investigar los mecanismos evolutivos que han empujado a esta bacteria a ser así en un ecosistema tan singular como el de los manglares, terrenos poblados por arbustos tropicales que toleran el agua salada.
Los autores creen que no se han encontrado más bacterias gigantes por el llamado sesgo de confirmación que es la tendencia a buscar resultados que confirman las creencias personales. Nadie buscaba una bacteria de un centímetro. “El descubrimiento de Thiomargarita magnifica sugiere que bacterias más grandes y más complejas pueden estar escondidas a simple vista”, concluyen los científicos.