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Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, California, ha alcanzado un hito trascendental en el campo de la medicina preventiva al desarrollar un test que revela la edad biológica de los órganos.
A través de un estudio exhaustivo que involucró a 5.678 participantes, los científicos demostraron la posibilidad de estudiar el envejecimiento de los órganos y prever el riesgo de enfermedades futuras mediante el análisis de proteínas sanguíneas.
Este avance, publicado en la revista Nature, marca un hito importante hacia el tratamiento preventivo de enfermedades, abriendo la puerta a intervenciones antes de que los síntomas se manifiesten.
Los resultados revelaron que aproximadamente el 18,4% de los adultos mayores de 50 años poseen al menos un órgano que envejece a un ritmo significativamente acelerado en comparación con la media.
Esta condición aumenta drásticamente el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con ese órgano en los próximos 15 años. Asimismo, aquellos individuos con dos órganos en proceso de envejecimiento rápido presentaron un riesgo 6,5 veces mayor de mortalidad.
El equipo de investigación desarrolló un algoritmo innovador para analizar los niveles de miles de proteínas en la sangre, identificando alrededor de 858 proteínas específicas de órganos.
Según el estudio, estas proteínas sirven como marcadores de envejecimiento acelerado y de la susceptibilidad de los órganos a enfermedades y mortalidad. Por ejemplo, un envejecimiento acelerado del corazón se asoció con un riesgo 2,5 veces mayor de insuficiencia cardíaca, mientras que los cerebros que envejecían rápidamente tenían más probabilidades de sufrir deterioro cognitivo.
Este descubrimiento no solo ofrece la posibilidad de detectar tempranamente órganos en riesgo, sino que también sugiere nuevas vías farmacológicas para el tratamiento preventivo, representando una esperanza tangible para el futuro en el que la medicina no solo cure, sino también prevenga de manera más efectiva.
