La música de Bad Bunny no solo mueve multitudes, también activa procesos químicos en el cerebro que generan placer, bienestar y conexión emocional, según un análisis presentado por el Colegio de Químicos de Puerto Rico. Durante una conferencia previa a la residencia artística del cantante en el Coliseo de Puerto Rico, que se celebrará del 11 de julio al 14 de septiembre, expertos destacaron que escuchar su música estimula neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la oxitocina.
María Santiago Reyes, ex presidenta del CQPR, explicó que los asistentes a sus conciertos no solo bailan, sino que “se conectan bioquímicamente”. Además, el fenómeno cultural que representa Bad Bunny ha sido señalado como una oportunidad para abrir conversaciones sobre sostenibilidad, salud mental y transición energética.
El presidente actual del CQPR, José A. Pérez, subrayó que este tipo de fenómenos masivos deben aprovecharse para acercar la ciencia a la sociedad. A su vez, el Colegio llamó la atención sobre el impacto ambiental de estos eventos e impulsó propuestas como el uso de energía solar y tecnologías más limpias.
Así, la euforia que sienten los fans del artista al escuchar canciones como Safaera, Veldá o Debí Tirar Más Fotos, tiene una base científica. Y los seguidores europeos también podrán experimentarlo en vivo cuando el cantante llegue a España en 2026 con una serie de 12 conciertos en Madrid y Barcelona.