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En un reciente giro de los eventos, la humanidad ha dado un paso más hacia la comprensión del planeta rojo, con la NASA publicando las imágenes más nítidas de Marte a 140 millones de millas de distancia. Sin embargo, mientras la comunidad científica celebra este avance, una teoría intrigante sobre una antigua civilización en Marte ha cobrado notoriedad, sugiriendo que esta fue destruida por un ataque nuclear de una raza alienígena.
El Dr. John Brandenburg, un científico que ha promovido esta teoría durante años, afirma que la presencia de ciertos elementos en Marte sugiere que el planeta experimentó un cataclismo causado por una explosión nuclear. Según Brandenburg, el isótopo Xenon 129, cuya proporción es consistente en todo el sistema solar, presenta una anomalía en Marte. El científico afirma que esto podría ser la huella de una detonación termonuclear, una firma única asociada a las armas nucleares.
Este argumento fue rescatado recientemente por el escritor de ciencia ficción Jason Reza Jorjani, quien compartió la teoría de Brandenburg en el podcast de Danny Jones. Jorjani explicó que, al igual que en el caso de una explosión termonuclear, el Xenon 129 se presenta en concentraciones inusuales en la superficie de Marte. Aunque NASA ha desmentido esta afirmación, el Dr. Brandenburg sigue insistiendo en que esta evidencia apunta a la existencia de vida en Marte en el pasado y a las huellas de una devastadora explosión nuclear.
Jorjani menciona una operación secreta de la CIA en 1984, en la que un hombre llamado Joe McMonagle fue contratado para realizar una "visión remota" de Marte. Según Jorjani, McMonagle describió haber estado en medio de ruinas de una antigua ciudad megalítica con enormes pirámides, lo que reforzaría la idea de que Marte albergó una civilización avanzada en tiempos remotos.
Aunque estas afirmaciones continúan siendo objeto de controversia y debate, la reciente divulgación de imágenes de Marte por parte de la NASA alimenta aún más las especulaciones sobre el pasado de este misterioso planeta. Las imágenes fueron tomadas en diciembre de 2015 por el rover Curiosity de la NASA en las dunas de Namib, ubicadas en el campo de dunas Bagnold.
Mientras algunos científicos permanecen escépticos, el misterio de Marte sigue atrayendo la atención mundial, alimentando teorías que desafían nuestro entendimiento de la historia del sistema solar.
