China promociona su asistencia a los países golpeados por el coronavirus diciendo que entregó ayuda gubernamental directa a 150 naciones, incluyendo millones de pruebas de detección.
“El virus no conoce fronteras. La unidad y la cooperación son el arma más poderosa de la sociedad internacional para derrotar la epidemia”, señaló el Ministerio de Exteriores en un comunicado a The Associated Press.
China ha ayudado dentro de sus posibilidades, y envió 3,3 millones de kits de detección, 2,6 millones de batas, 53 millones de mascarillas y 729 respiradores, entre otros artículos, agregó la nota.
Por otra parte, los contratos comerciales con 76 países y regiones y seis organizaciones internacionales han supuesto la exportación de 26.000 millones de mascarillas — incluyendo 1.500 millones de las N95 empleadas por los equipos médicos —, 130 millones de batas y 48.000 respiradores entre el 1 de marzo y el 29 de abril, explicó el ministerio citando cifras de aduanas.
China ha promocionado en parte su ayuda y su papel como fuente de equipos de protección personal como una forma de desviar las críticas de que se demoró a la hora de reportar la información sobre el brote, detectado pro primera vez en la ciudad industrial de Wuhan a finales del año pasado. Beijing ha negado rotundamente las acusaciones diciendo que ha sido abierta y transparente durante la crisis y que países como Estados Unidos rechazaron la oportunidad que les brindó para prepararse mejor ante la pandemia.
El 5 de mayo, China reportó un único contagio de coronavirus el martes y cumplió tres semanas sin fallecidos por COVID-19, la enfermedad causada por el virus.
Según la Comisión Nacional de Salud, 395 personas seguían hospitalizadas y otras 949 estaban bajo aislamiento y en observación por tratarse de supuestos casos o por dar positivo al coronavirus sin haber mostrado síntomas.
Los últimos datos se publican mientras China responde a las acusaciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y otros de que la pandemia podría haberse originado en un laboratorio en la ciudad de Wuhan, en el centro del país, donde se detectó por primera vez a finales del año pasado. (AP)