David Lin, un pastor estadounidense que estuvo detenido en China desde 2006, ha sido liberado y ha regresado a Estados Unidos, según anunció el Departamento de Estado el domingo. Lin, de 68 años, podrá reunirse con su familia por primera vez en casi 20 años, específicamente en San Antonio, Texas.
Lin fue condenado a cadena perpetua por cargos de fraude contractual, que el gobierno estadounidense ha calificado como infundados. Su hija, Alice Lin, expresó su profunda alegría por la liberación de su padre, destacando que ahora podrán recuperar el tiempo perdido.
La liberación de Lin se produjo poco después de la reunión entre el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, en Pekín. Esta coincidencia sugiere que las negociaciones entre ambos países podrían haber influido en su liberación. Durante su tiempo en prisión, Lin se perdió importantes eventos familiares, como la boda de su hija y el nacimiento de su nieto.
La presión estadounidense para obtener la liberación de Lin se sumó a los esfuerzos para liberar a otros ciudadanos detenidos en China, incluyendo al empresario Kai Li, arrestado en 2016 por presunto espionaje. El gobernador de California, Gavin Newsom, también abogó por la libertad de Lin durante una visita a China en octubre, donde se reunió con el presidente Xi Jinping.
El Departamento de Estado continúa destacando la situación de otros estadounidenses detenidos, como Mark Swidan, quien está en el corredor de la muerte por un presunto delito de tráfico de drogas. China no reconoce la doble nacionalidad, tratando a los ciudadanos con pasaportes estadounidenses y chinos como ciudadanos chinos según las leyes de Beijing.