China, el país que convirtió la seda en un símbolo distintivo, está llevando a cabo un avance significativo en este campo. Científicos chinos han desarrollado gusanos mutantes que incorporan genes de arañas para la producción de seda. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista 'Matter'. La seda producida por estos insectos mutantes es seis veces más resistente que el kevlar, un material utilizado en la fabricación de chalecos antibalas y neumáticos.
Estos investigadores están explorando formas de fabricar nuevos tejidos de manera sostenible para reemplazar las fibras sintéticas que contaminan el medio ambiente con microplásticos. Su enfoque combina la capacidad productiva de los gusanos de seda, cuya seda se puede producir a gran escala, con la resistencia de la seda de araña.
Según los autores del estudio, han logrado aumentar la fuerza de estos tejidos en un 70% en comparación con las sedas más resistentes de arañas. Esta seda mejorada podría tener aplicaciones que van desde ropa ligera y resistente hasta materiales para suturas quirúrgicas. Los "gusanos arácnidos" se crearon mediante la inserción de genes asociados a las proteínas de la seda de araña en el ADN de los gusanos de seda, utilizando cientos de miles de microinyecciones en huevos fertilizados. Los investigadores notaron el éxito cuando los gusanos de seda comenzaron a mostrar un brillo rojo en sus ojos.
Junpeng Mi, el primer autor del estudio y un ingeniero médico de la Universidad de Donghua en China, destacó la importancia de este avance al afirmar: "La seda de araña es un recurso estratégico que es urgente explorar. El excepcional rendimiento mecánico de las fibras producidas en este estudio es muy prometedor. Este tipo de fibra podría utilizarse en suturas quirúrgicas, abordando una demanda global que supera los 300 millones de intervenciones anuales".