El Departamento de Justicia anunció el cierre de dos casos criminales federales que se presentaron en contra del expresidente y ahora mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El anuncio, hecho por medio de un comunicado de prensa, ha generado comentarios tanto positivos como negativos; ya que se da a un día que el magnate haya ganado las elecciones presidenciales.
Expertos han señalado que con la decisión de cerrar dos casos criminales federales en contra de Trump se busca cumplir con la tradición política de que un presidente en funciones no puede ser procesado.
"Se está evaluando cómo cerrar los casos penales federales contra Donald Trump antes de que asuma el cargo", se informó sobre la decisión judicial que se estará tomando en las próximas horas.
Una de las opciones es que el fiscal especial Jack Smith sea destituido o renuncie a su cargo, desestimando por completo los dos cargos federales que están en proceso.
En ese sentido, se indicó que una vez que Trump asuma el poder es imposible que se desarrolle un juicio, el cual está programado para el junio, seis meses después de que asuma el poder de la nación.
“El Departamento de Justicia, donde trabaja Jack Smith, no puede procesar a un presidente en ejercicio… Se le dice a Fox News que Jack Smith dejará su puesto como fiscal especial, lo que significa que los casos desaparecerán antes de que Trump preste juramento el 20 de enero”, se informó sobre la decisión de cerrar los dos casos federales en contra del ahora presidente electo.
Mientras el Departamento de justicia busca una salida al "embrollo" legal, la defensa de Donald Trump buscará desestimar o eliminar por completo los cargos.
El 26 de noviembre, el próximo presidente de EEUU tiene una audiencia programada que sería para confirmar que sus procesos legales quedan suspendidos tras ganar las elecciones.