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Nueve años después del violento robo que conmocionó al mundo del entretenimiento, ocho personas fueron declaradas culpables por su participación en el asalto a Kim Kardashian, ocurrido en un hotel de lujo en París durante la Semana de la Moda de 2016. La decisión fue tomada este viernes por un jurado compuesto por tres magistrados y seis ciudadanos franceses.
De los diez acusados en el proceso judicial, dos fueron absueltos. El tribunal consideró factores como la edad de los implicados, el tiempo transcurrido desde los hechos y su buena conducta desde entonces. Como resultado, las penas impuestas —de entre tres y ocho años de prisión— fueron más leves de lo solicitado por la fiscalía. Además, la mayoría de las condenas quedaron suspendidas o cubiertas por tiempo ya cumplido, lo que significa que ninguno de los condenados regresará a prisión.
Los acusados aún cuentan con un plazo de diez días para apelar el fallo.
Kim Kardashian fue notificada del veredicto y, según su abogada Leonor Hennerick, no tiene intención de apelar. “Kim está conforme con la decisión. Considera que se ha hecho justicia y puede finalmente pasar página y continuar con su proceso personal de sanación”, declaró la letrada a los medios tras la audiencia.
El atraco, considerado uno de los más notorios en la historia reciente del entretenimiento, involucró a cinco hombres encapuchados que se hicieron pasar por policías para ingresar a la suite donde se hospedaba Kardashian. Bajo amenazas, la inmovilizaron, la amordazaron y la encerraron en el baño, llevándose joyas valoradas en más de seis millones de dólares. Entre ellas, destacaba un anillo de compromiso que su entonces esposo Kanye West le había regalado, tasado en aproximadamente cuatro millones.
Durante el juicio, la empresaria y estrella televisiva viajó a París para dar su testimonio en persona. En su relato, confesó que temió por su vida: “Estaba convencida de que iba a morir. Les suplicaba que me dejaran volver con mis hijos”, declaró. Relató que logró liberarse parcialmente mientras seguía atada, y bajó a pedir ayuda a su amiga Simone Harouche, quien la ayudó a desatarse.
Este episodio marcó un punto de inflexión en la vida de Kardashian, quien desde entonces ha reforzado su seguridad personal y ha evitado mostrar objetos de alto valor en tiempo real en redes sociales.
Kim Kardashian busca dejar atrás uno de los momentos más traumáticos de su vida pública y continuar enfocada en sus proyectos personales y profesionales.
