Tras cuatro días de registrarse el crimen de la joven universitaria Keyla Martínez salen a flote inconsistencias, se descubre la manipulación de la escena del crimen, comienzan las amenazas a muerte y la indignación de un pueblo crece.
La autopsia forense reveló lo que una buena parte de la población imaginaba: fue un homicidio y su cuerpo lo descubrió con algunas muestras del abuso que sufrió en el interior de una celda policial la noche y la madrugada del fin de semana recién pasado.
Golpes en su cuerpo, cuello y boca han evidenciado solo parte del sufrimiento y el terror que vivió la joven Keyla Martínez de 26 años de edad durante los últimos minutos de su vida.
De acuerdo con información del Ministerio Público, la muerte de la enfermera fue por asfixia mecánica, asfixia a la que fue sometida mientras supuestamente era sometida a torturas y en última instancia a una violación.
‘Se está analizando la vestimenta que andaba la muchacha’, dijo el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, sobre el proceso en contra de doce uniformados que estaban de turno la noche del 6 de febrero que se registró el horrendo crimen.
Hasta el momento se sabe que siete de los policías son los que estuvieron más cerca de Keyla Martínez, la única mujer que había sido detenida esa trágica noche que le arrebataron su vida por razones aún desconocidas.
INCONSISTENCIAS
Una vez revelados los resultados forenses se descartó el suicidio, como lo había informado la policía por medio de un comunicado oficial que puso en evidencia nuevamente la podredumbre del sistema de seguridad de la nación.
El supuesto estado de ebriedad de la joven también fue desestimado, reportes de medios locales demostraban que la muchacha que había sido detenida junto al médico, Edgar Velázquez, no estaba en un estado de ebriedad extremo como se quiso manejar.
Las hipótesis y las exigencias de justicia por el crimen de Keyla Martínez se intensificaban en medio de la consternación e indignación de una nación y de la familia. Las preguntas surgían entorno a quién era el médico que la acompañaba.
Tras horas de presiones, tanto de la población como de medios de comunicación, el médico rompió el silencio; pero sus declaraciones dejaron más preguntas que respuestas.
Inconsistencias en las versiones sobre la hora que fue liberado; mientras su abogado hablada de las 12:00 de la medianoche el doctor aseguró que fue liberado a las 7:00 de la mañana.
‘Recordemos que yo también soy víctima de esta situación y estoy con ellos (familia), eso sí quiero que lo tengan bastante claro, yo estoy a favor de los legal’, dijo en su comparecencia a los medios de comunicaciones locales e internaciones.
Además, intentó confirmar la versión de un suicidio que informó la Policía Nacional en un principio al asegurar que la Keyla Martínez gritaba desde su celda que se quitaría la vida, mientras él trataba supuestamente de tranquilizarla.
Las declaraciones traspasaron las fronteras, el respetado galeno en La Esperanza aseguraba que la estudiante universitaria estaba en estado de shock gritando y totalmente intranquila cuando ingresó a la celda policial.
En menos de cinco horas, un video ponía en duda las declaraciones del médico y nuevamente las preguntas sin respuesta resonaban en las mentes de los hondureños, quienes solo desean saber qué ocurrió esa noche y madrugada.
La filmación que circuló hace unas horas muestra a una joven tranquila, aconsejando al médico para que no discuta con los uniformados mientras era trasladada a la posta policial donde le cegaron sus sueños y metas.
¿Qué habría cambiado la actitud de Keyla Martínez en unos minutos? Otra inconsistencia que abogados han esgrimido es por qué el galeno ha contratado para su defensa un connotado abogado criminalista, siendo él una víctima del sistema y principal testigo del caso.
De acuerdo con antecedentes, el defensor Raúl Suazo ha conocido casos emblemáticos de narcotráfico y corrupción. Políticos como Elvin Santos, Los Rosenthal y hasta el narcotraficante Carlos Arnoldo Lobo están en su lista de defendidos.
REACCIÓN DE LA FAMILIA
Mientras las declaraciones del galeno se viralizaban en las redes sociales, los dolientes expresaban su sorpresa y su tristeza por el voto de confianza que depositaron en él.
‘Yo al principio hablé por impulso, por el amor que le tengo a mi hermana y por lo que creía que había entre ellos: una amistad sincera’, dijo su hermana retractándose de haber defendido al médico hace algunos días cuando se enteró de la muerte de Keyla Martínez.
Además, Nancy Martínez fue contundente al indicar que no profundizaría en el tema para no entorpecer las investigaciones por tratarse de un caso delicado. ‘Me afecta y me resiente demasiado porque confiamos en él’, indicó Nancy confirmando que su hermana fue asesinada por elementos de la policía.
Por su parte, la apoderada legal de la familia, Irma López, enfatizó en las inconsistencias en las declaraciones del médico y amigo de la familia. López, considera que el profesional de la medicina vio algo más que no quiere revelar, probablemente por temor.
AMENAZAS A LA PRENSA
El caso de Keyla Martínez ha causado tanto revuelo, no solo a nivel nacional sino internacional, que se han reportado amenazas a muerte en contra de la prensa local en La Esperanza, Intibucá.
"Hoy sí te metiste a problemas, no te queremos en la cuadra donde vives periodista; sino tus hijos pagarán, hacete humo rápido. Calladito ok, te ves bonito", cita el mensaje en el teléfono móvil de uno de los comunicadores intimidados que da cobertura a la noticia identificado como Henry Fiallos.
El periodista Fiallos decidió interponer la denuncia ante el Ministerio Público y organismos defensores de derechos humanos. Asimismo, denunció que la policía de La Esperanza está acostumbrada a operar en la total impunidad.
ANTECEDENTES
El caso de Keyla Martínez se robó las portadas de los medios de comunicación desde el lunes 8 de febrero, cuando la familia decidió denunciar el suceso y exigir justicia por le crimen.
Un comunicado de prensa de la policía informando un supuesto suicidio y un estado de embriaguez alto daban los primeros indicios de que se trataba de una escena montada.
Posteriormente, el caso pasaría a autopsia mientras el pueblo de La Esperanza se enfrentaba a la policía y exigía justicia en medio de una fuerte represión que dejó varios detenidos.
El Ministerio Público reveló el martes por la tarde que la joven Keyla Martínez no se había quitado la vida, que se tratada de un homicidio por asfixia mecánica.
La negativa del galeno a brindar declaraciones empañaba los deseos de la población de escuchar la verdad de los que ocurrió ese 6 de febrero y la madrugada del 7 de febrero en una de las celdas de la estación 10 de La Esperanza.
Actualmente, el Ministerio Público recaba declaraciones de los 12 policías implicados en el crimen y se analizan los rastros de cabello encontrado en la ropa de la joven asesinada.