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Un nuevo y revelador capítulo en la historia del papado de Pío XII ha emergido con el descubrimiento de una carta que arroja luz sobre su conocimiento de las horribles atrocidades perpetradas por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
La correspondencia, encontrada recientemente en los archivos del Vaticano, revela que el Papa Pío XII estaba al tanto de los crímenes contra la humanidad que se estaban cometiendo en la Polonia ocupada por los alemanes, incluido el asesinato masivo de judíos y polacos.
Según el documento, de fecha 14 de diciembre de 1942, un jesuita alemán de confianza, Lothar König, transmitió detalles escalofriantes al secretario privado del Papa sobre el Holocausto.
En la carta, se describen las atrocidades en el campo de concentración de Bełzec, donde funcionaba un horno crematorio, y se hace referencia al campo de concentración de Auschwitz. Este hallazgo plantea serias dudas sobre el argumento de la Santa Sede de que no podía verificar los informes diplomáticos sobre las atrocidades nazis.
La revelación de este documento, publicado por el diario italiano Corriere della Sera, intensificará el debate en curso sobre el legado de Pío XII y su proceso de beatificación, que ha estado en un punto muerto durante mucho tiempo.
Por su parte, los historiadores han estado divididos durante décadas sobre la actuación de Pío XII durante el Holocausto. Sus partidarios argumentan que utilizó una diplomacia discreta para salvar vidas judías, mientras que sus detractores sostienen que permaneció en silencio mientras el Holocausto se desarrollaba.
El descubrimiento de esta carta única, tiene el potencial de arrojar luz sobre un período oscuro en la historia del papado de Pío XII. La misiva, que menciona otras comunicaciones, representa la única evidencia de una correspondencia que informaba a la Santa Sede sobre los crímenes nazis y la magnitud del Holocausto.
La carta salió a la luz gracias a la desclasificación de documentos relacionados con el pontificado de Pío XII en marzo de 2020. Durante este tiempo, el Papa nunca emitió una condena explícita del Tercer Reich ni señaló a los judíos como víctimas del exterminio en curso.
Si bien algunos historiadores argumentan que la Iglesia adoptó una posición delicada debido a su compromiso de "imparcialidad" en los conflictos, su ayuda encubierta a los perseguidos y el temor a represalias nazis contra los cristianos polacos después de la ocupación del país, el silencio de Pío XII ha generado controversia en su propio proceso de beatificación, que ha sido objeto de debate dentro de la Iglesia Católica desde su inicio en 1967.
