Fotografías, vía redes sociales.
Las protestas del Día de Canadá han dejado la quema de ocho iglesias católicas y la destrucción de dos estatuas de reinas británicas por las atrocidades que se cometieron en contra de niños indígenas.
El hallazgo de tres cementerios clandestinos e investigaciones de los espeluznantes experimentos que hacían con los menores han provocado la indignación de los ciudadanos.
El jueves, cientos de canadienses salieron a las calles para exigir al gobierno se cancele el Día de Canadá por el genocidio practicado en contra de las comunidades indígenas.
“Primero incendiaron dos iglesias católicas y derribaron dos estatuas; ya suman ocho iglesias siniestradas seis durante las protestas y dos quemadas en junio”, confirmaron autoridades policiales.
Activistas han señalado que las acciones representan una presión para que la máxima autoridad de la Iglesia Católica, papa Francisco, se pronuncie al respecto.
Hasta este viernes, el pontífice no se ha pronunciado sobre la quema de las ocho iglesias, ni de las atrocidades en contra de los niños indígenas.
Son más de 1,200 restos de menores aborígenes que han sido descubiertos y que han generado consternación a nivel mundial.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se pronunció en contra de los crímenes y declaró la festividad del 1 de julio como un día para reflexionar.
La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) investiga los hechos para determinar si están relacionados con los incendios de iglesias ocurridos el 21 de junio en Penticton y Oliver.
